Mi sobrino tiene quince meses. Su mamá y su papá instalaron un panel de madera en su casa para que pueda experimentar y practicar con diferentes técnicas artísticas desde esa edad.
Hoy, aprovechando su ausencia, utilicé el muro de arte para plasmar algo que espero haga reflexionar al niño desde temprano en su vida.
Entre globos, rayones y dinosaurios, dibujé una declaración política en favor de una de las especies mexicanas más amenazadas del mundo.
Lo sé, soy un agent provocateur.